El futuro de los de Luis Enrique depende en cierta medida de lo que suceda este martes en Solna entre sus dos últimos y principales rivales en el camino hacia Catar.
Grecia ya hizo un favor a España el mes pasado cuando ganó a Suecia por 2-1 en Atenas, seis días después de que la selección dirigida por Luis Enrique se metiera en un gran problema al sucumbir por 2-1 en Solna. Con el tropiezo de los suecos, España volvió a depender de sí misma para concluir la fase clasificatoria de la Copa del Mundo 2022 en el primer y único puesto del Grupo B que otorga el billete directo a Catar.
Sin embargo, sus necesidades para los dos últimos compromisos clasificatorios que disputará en noviembre se verán determinadas por lo que suceda este martes en el duelo entre suecos y griegos que tendrá lugar en Solna. Los de Janne Andersson, ahora sin Zlatan Ibrahimovic ni Dejan Kulusevski en ataque, han ganado los tres partidos del grupo que ha jugado en casa y volverán a situarse como líderes en solitario si también se imponen esta vez.
En ese caso, España estaría obligada a ganar su próxima cita en Atenas para luego imponerse a los suecos en La Cartuja, teniendo en cuenta la alta probabilidad de que la selección sueca obtenga sus tres puntos en Georgia. Pero ahora Grecia también supone una amenaza, ya que se meterá de lleno en la pelea por el liderato si este martes vuelve a ganar a Suecia, con la que quedaría igualada a 12 puntos, solo uno por debajo de España.
El aspecto positivo del triunfo local en la capital helena es que ofrece la posibilidad de que a España pudiera valerle con un empate en el estadio sevillano para obtener la clasificación directa, aunque antes le tocaría obtener los tres puntos en Atenas.