Phoenix aguantó el factor cancha en el primer envite ante los Mavs, mientras que Golden State se lo arrebató a unos Grizzlies que todavía tienen esperanzas de resurgir en la serie.
La Conferencia Este está viviendo las semifinales de sus ‘playoffs’, con dos series en las que de momento mandan los Phoenix Suns y los Golden State Warriors por 1-0; sin embargo, tanto los Dallas Mavericks como los Memphis Grizzlies esperan ser ellos los siguientes en ganar para igualar los cruces a uno.
Devin Booker regresaba anoche a su mejor nivel después de haberse perdido tres partidos contra los New Orleans Pelicans y haber firmado apenas 13 puntos en su reaparición ante dicha franquicia en cuartos de final. Esta pasada madrugada firmó 23 puntos, los cuales acompañó con nueve rebotes y ocho asistencias para ser considerado el factor diferencial de los suyos.
Ahora, con el escolta al alza, parece que los Suns vuelven a demostrar que pueden soñar con ese anillo que tienen la sensación de que se les escapó el curso pasado en Las Finales contra los Milwaukee Bucks.
Anoche, además de Booker destacaron las actuaciones de DeAndre Ayton (25 puntos y ocho rebotes), Chris Paul (19 puntos) o Cameron Payne (17 puntos).
Por su parte, en Dallas ni siquiera la gran noche de Luka Doncic les sirvió a los suyos para asaltar Phoenix. El esloveno se fue hasta los 45 puntos, con un 15-30 en tiros de campo, una actuación que acompañó con 12 rebotes y ocho asistencias.
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Esta eliminatoria de semifinales en el Oeste se presupone un gran duelo entre Booker y Doncic cómo el que ya mantuvieron ayer. El esloveno no quedará tranquilo pese a sus buenos números y buscará hacerse con el factor cancha en su siguiente encuentro.
Mientras tanto, es de esperar que Devin Booker siga creciendo en el terreno personal y en el próximo partido contra los Mavs se vea una imagen todavía más arrolladora del escolta, uno de los jugadores más difíciles de parar en el panorama individual.
Por todo ello, la eliminatoria queda ligada casi al completo al nivel que vayan a ofrecer tanto uno como el otro a partir de ahora.
Los Golden State Warriors se hicieron con el factor cancha a las primeras de cambio, ganando a los Memphis Grizzlies en el primer partido de su serie. Eso sí, ese igualado 116-117 deja la puerta entreabierta para que los encuentros entre ambas franquicias sigan siendo puro espectáculo y se decidan en las jugadas finales.
Esta noche se vuelven a ver las caras otra vez en el FedExForum de Tennessee, en donde la victoria será trascendental para conocer los derroteros de la serie: si el triunfo se queda en casa, todo apuntará a un cruce largo de al menos seis partidos, pero si por el contrario la victoria vuelve a caer del lado de los Warriors, la ventaja de 0-2 y el disponer de los dos siguientes partidos en su pista, podría resultar fatal para Memphis y clave para Golden State.
En el primer duelo de las semifinales el factor clave posiblemente estuvo en el momento estelar que mostró Jordan Poole, un actor secundario en las rotaciones de Steve Kerr normalmente, pero que entonces anotó la friolera de 31 puntos. Algo parecido es lo que deben de evitar los Grizzlies si quieren igualar la serie a uno y seguir teniendo opciones de llegar a las finales de la Conferencia Oeste.
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