Los de Scaloni volvieron a ser reconocibles consiguiendo la victoria ante México con golazo de Messi y buenos minutos de Enzo Fernández.

Ambiente de lujo en el Lusail Stadium para recibir a Argentina y México con 80.000 gargantas pendientes de dos clásicos de la Copa del Mundo que luchaban por obtener su primera victoria en esta edición y que acabaron ofreciendo un rendimiento desigual.

Argentina volvió a ser Argentina

La Scaloneta volvió a aparecer en esencia durante todo el encuentro a pesar de dejar momentos de dudas en un medio campo con jugadores que no están al cien por cien de sus capacidades físicas pero que le pusieron coraje y garra para la dura batalla que tenían por delante. Y es que jugadores como Di María o De Paul aún están lejos de su máximo rendimiento con la selección, pero siguen siendo piezas indispensables para los planes del director técnico. A falta de buen juego surgió el equipo y el grupo para poder construir una victoria que se cocinó a fuego lento desde el comienzo.

México jugó en conjunto y cambió los planes para este partido, entendiendo el Tata Martino que se sentían inferiores y que iba a ser complicado sostener las embestidas del ataque argentino. El plan funcionó en la primera mitad blindándose con tres centrales situados delante de Memo Ochoa y con dos laterales largos que no profundizaron mucho en ataque, pero tampoco concedieron en defensa. Quizás el plan solo duró los cuarenta y dos minutos que estuvo en el terreno de juego el gran Andrés Guardado que celebró sus cinco Copas del Mundo disputadas retirándose lesionado antes del entretiempo. Con él se fue la pausa mexicana y el castillo comenzó a desmoronarse. 

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Los cambios vuelven a ser clave para Scaloni

La reanudación del encuentro no ofreció demasiados cambios y dio alas al DT argentino para mover el banco de suplentes en busca de frescura. Para ello, se confió de Julián Álvarez, Molina y un Enzo Fernández que acabaría siendo clave en el encuentro.

Con un Lautaro espeso en ataque, Julián Álvarez ofreció alternativas en el desmarque y en la asociación del juego con un Messi más liberado y un Di María más presente. De hecho, a los pocos minutos de esas substituciones llegó el gol del diez. Indetectable como siempre en la línea de tres cuartos, Messi agarró la pelota servida por El fideo para poner el primer gol en el marcador con un latigazo marca de la casa ante el cual Memo Ochoa no pudo hacer nada.

Argentina respiraba, la afición enloquecía y el Tata Martino se desesperaba en ponerle remedio a la apatía mexicana. Antuna y Raúl Jiménez entraban al terreno de juego para intentar el empate ante una Argentina que con el marcador a favor encontró los mejores minutos del partido. Dominó y se sintió superior durante los siguientes minutos con el apoyo del Cuti Romero y Palacios recién entrados al partido.

Fue el turno de una de las sorpresas en Europa hasta el momento, Enzo Fernández, de poner el segundo gol al ángulo en una jugada de calidad con recorte y disparo. El del Benfica enamora a todos en su primera temporada en el viejo continente asentado en la titularidad del vistoso equipo portugués. Y es que si nada se tuerce hay futbolista para rato en el de San Martín.

Con el segundo gol, México bajaba los brazos definitivamente y Argentina celebraba no solo los tres puntos sino haber dado un golpe en la mesa y avisar a los que les daban como favoritos que, aunque un poco tarde ya están aquí y ahora ya van en serio.

bet365 News Team

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