El abultado triunfo en Stamford Bridge sitúa a los blancos en una posición privilegiada para acceder a unas semifinales con las que el club castellonense sigue soñando tras la meritoria victoria contra el Bayern.
Los dos clubes de LaLiga que continúan en la Champions League salieron triunfantes de la ida de los cuartos de final, pero su nivel de optimismo difiere. Mientras el Madrid afronta la vuelta en casa con un margen de dos goles, el Villarreal debe defender su escueta ventaja en el estadio de un Bayern de Múnich arrollador como local.
El cruce en Stamford Bridge se preveía más igualado y con un ligero favoritismo del Chelsea, vigente campeón de la Champions y un seguro en casa, frente a un Madrid que ya cayó eliminado ante los blues en la pasada edición y cuyo reciente batacazo en el Clásico generaba algunas dudas. Pero Karim Benzema, ausente contra el Barcelona, marcó la diferencia en el sentido más literal con un hat-trick que puede ser tan salvador como el que firmó durante la vuelta de la ronda anterior frente al Paris Saint-Germain.
Los de Carlos Ancelotti cumplieron el sábado al vencer al Getafe por 2-0 para mantener la moral alta sin demasiado sacrificio, ya que el técnico italiano efectuó varios cambios en su once con la mente puesta en la cita de este martes. Ahora Ancelotti podrá emplear de nuevo su once de gala, con la única excepción de Militao por su sanción, aunque la presencia de Ferland Mendy también está en duda por lesión.
Por su parte, el Chelsea desató su furia en el campo del Southampton para ganar por 0-6, su victoria más abultada de la temporada con Mason Mount y Timo Werner desatados, autores ambos de dos goles más una asistencia del atacante inglés y tres tiros al palo por parte del delantero alemán. Así, ya son ocho victorias consecutivas para los blues fuera de su estadio y cuatro de las cinco más recientes fueron por dos o más goles de margen.
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Los de Unai Emery sorprendieron la semana pasada al ganar por 1-0 a un Bayern que esta temporada no había parado de arrasar en sus citas de la Champions para afrontar los cuartos con un registro de 30 goles a favor y cinco en contra. Sin embargo, los bávaros no encontraron soluciones en La Cerámica ante un Villarreal que pudo ganar por un mayor margen, teniendo en cuenta el balón al palo que lanzó Gerard Moreno cuando los castellonenses ya iban por delante en el marcador.
Ahora queda rematar la hazaña en el Allianz Arena, con el mismo espíritu con el que dieron la campanada en Turín cuando certificaron su pase a cuartos mediante un inesperado 0-3. El problema es que la actual Juventus, por mucha historia que albergue en su escudo, no puede compararse con el actual Bayern.
De hecho, los de Julian Nagelsmann ya hicieron soñar al Salzburgo en los octavos de final con aquel 1-1 de la ida en territorio austriaco, pero luego arrasaron a su rival para ganar por 7-1 en Múnich con un hat-trick de Robert Lewandowski incluido cuando todavía no se habían cumplido los primeros 25 minutos de juego. Ahora se espera que ambos equipos salgan con un once casi idéntico al de la ida, si acaso con la presencia de Leon Goretzka y Alfonso Pedraza en lugar de Jamal Musiala y Francis Coquelin, respectivamente.
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