El Villarreal no pudo sostener la máquina ‘red’ de Klopp, que consiguió una victoria de 2-0 en Anfield para quedarse muy cerca de la final de la Champions.
Anoche se disputó la ida de la segunda semifinal de la Champions League, con un resultado de 2-0 para el Liverpool. Los ‘reds’ aprovecharon su buen juego y el hecho de jugar en Anfield para asentarle un golpe puede que definitivo al Villarreal; no obstante, los amarillos todavía sueñan con ese gol en La Cerámica que les pueda devolver a la eliminatoria.
El encuentro fue prácticamente igual desde el primer minuto hasta el último. El Liverpool se volcó sobre la portería de Gerónimo Rulli dominando y colgando centros desde ambos costados. Las ocasiones se iban sucediendo y el Villarreal apenas inquietaba a los ingleses, pero al menos aguantó el 0-0 inicial hasta el descanso.
Sin embargo, a la vuelta de los vestuarios los británicos le metieron al ritmo del encuentro una marcha más y eso les permitió anotar los dos goles en el 53’ y en el 55’. El primero fue en propia puerta de Pervis Estupiñán, en un centro de Jordan Herdenson desde la derecha en el que Gero Rulli estuvo muy desafortunado. El segundo, una jugada de tiralíneas entre Mohamed Salah y Sadio Mané que culminó el senegalés.
A partir de ahí los ‘reds’ manejaron el partido a su antojo y se dedicaron a acelerar solo cuando lo veían claro, ante un Villarreal que nunca tuvo peligro en sus acciones a la contra ni en el balón parado.
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Con ese 2-0 y la imagen del primer choque, parece casi imposible pensar que el Villarreal va a poder disputar su primer final de la Champions League. Pero no podemos olvidarnos que el fútbol es un deporte de momentos y en estas semifinales todavía no se ha dicho la última palabra.
La superioridad ‘red’ en Anfield fue clara, con un nivel infinitamente mejor al de los amarillos; no obstante, los de Unai Emery todavía optarán a la clasificación para la final de París si consiguen reducir los ataques rivales y sobre todo inquietarles con sus ofensivas.
Un gol inicial para los castellonenses sería de gran ayuda para meterle el miedo en el cuerpo a los ingleses y que no jueguen tan cómodos cómo ayer. Ese sin duda será el primer logro que ha de conseguir un Villarreal que lo tiene muy difícil, aunque ayer acabó con la sensación de que había salido vivo de un mal primer encuentro.
Con los dos marcadores de la ida, ha quedado claro que en estas semifinales de Champions entre españoles e ingleses han sido los dos equipos británicos los que han dado el primer paso hacia una posible final entre ellos.
Pero todavía no han concretado sus clasificaciones a la final y tanto en el Santiago Bernabéu cómo en La Cerámica todo puede ocurrir la semana que viene, en los duelos más decisivos de estas semifinales.
El Real Madrid necesitará ganar de dos goles para pasar a la final, si no, hacerlo de uno y probar suerte en los penaltis contra el Manchester City.
La quimera para el Villarreal es mayor, pues ha de vencer por diferencia de dos para forzar la prórroga y por tres o más tantos para clasificarse.
Por lo tanto, dando ese primer paso parece que ahora mismo estamos cerca de una nueva final entre ingleses, que podría ser la segunda consecutiva tras el City - Chelsea del curso pasado y la tercera en los cuatro últimos años.
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