Los blaugranas protagonizan el cruce de cuartos teóricamente más desnivelado, aunque no puede confiarse ante un rival invicto en el torneo y que ya eliminó al Betis.
De los cuatro clubes de LaLiga que iniciaron la fase eliminatoria de la Europa League, ya solo queda el Barcelona, convertido en principal referente de unos cuartos de final muy heterogéneos en los que solo la Bundesliga cuenta con más de un representante: el Eintracht Frankfurt y el RB Leipzig. Precisamente el primero será el rival de los blaugranas en busca de una semifinal con el West Ham United y el Olympique de Lyon como potenciales contrincantes.
Aquel ya lejano 3-0 en Múnich del pasado 8 de diciembre sigue siendo la última derrota cosechada por el Barcelona durante el tiempo reglamentario, lo que supone una racha de 21 partidos seguidos sin perder al término de los 90 minutos. A ese registro hay que añadirle las ocho victorias obtenidas durante los nueve últimos partidos, con un solo gol encajado entre los cinco más recientes.
Con ese bagaje, el equipo de Xavi Hernández puede ser optimista frente a un Eintracht Frankfurt que ocupa la novena plaza de la Bundesliga y que no ha ganado ninguno de sus tres últimos partidos porque en ninguno de los tres marcó durante el tiempo reglamentario. De hecho, el conjunto alemán tan solo ha ganado uno de los siete últimos duelos que ha jugado en el Waldstadion, donde este jueves recibirá al Barça.
Pero no hay que olvidar que el Eintracht se mantiene invicto en el torneo continental, si contamos el empate que logró durante el tiempo de descuento de la prórroga con el que eliminó al Real Betis. El Barça deberá prestar especial atención a las bandas por el peligro que provocan Filip Kostic (asistente o goleador en cada uno de los cuatro últimos partidos europeos) y una joven promesa como es Ansgar Knauff.
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Los blaugranas ya conocen el hipotético camino hacia la final del Sánchez-Pizjuán y sus posibles rivales en la siguiente ronda son el West Ham y el Lyon. El conjunto londinense, todavía sumido en la pelea por el Top 6 de la Premier League, está avalado por ser el verdugo del Sevilla y por haber firmado cuatro victorias y un empate en los cinco últimos partidos disputados en el London Stadium, donde este jueves recibirá al Lyon.
Por su parte, el equipo galo ocupa la novena plaza de la Ligue 1, pero todavía no conoce la derrota en la Europa League. Primero arrasó en la fase de grupos con cinco triunfos consecutivos y en los octavos eliminó a otro rival complicado como el Oporto, al que ganó por 0-1 en la ida. Además, solo ha perdido uno de los diez últimos partidos que ha disputado fuera de casa entre todas las competiciones.
El conjunto alemán accedió directamente a los cuartos tras eliminar a la Real Sociedad en la ronda preliminar y ahora recibirá a una Atalanta procedente de la Champions League y que dejó en la estacada al Olympiacos y al Bayer Leverkusen, con un pleno de cuatro victorias. No sería raro que uno de estos dos equipos acabe alcanzando la final sevillana. En su camino se cruzará el vencedor del duelo entre el Sporting de Braga y el Glasgow Rangers, los principales tapados del torneo. Los lusos ya eliminaron al Mónaco en la ronda anterior, mientras que el conjunto escocés se ha sobrepuesto al Borussia Dortmund y al Estrella Roja de Belgrado con diez goles anotados por el camino.
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